Hace poco vi este simpático film francés y me pareció adecuado compartir mis impresiones, porque pienso que es más que la típica película familiar o para ver con la polola. Empezaré por los datos técnicos: Es una producción de fines de 2002, dirigida por Philippe Muyl y protagonizada por Michel Serrault (como Julien) y Claire Bouanich (como Elsa). Con una duración de 85 minutos, es catalogable como género comedia/drama.
Papillon se traduce como "mariposa" en español. La historia relata el encuentro de una niña de madre despreocupada, Elsa, con un viejo coleccionista de mariposas, Julien. Los detalles de los acontecimientos me los ahorraré, pero la idea es que "Le Papillon" nos muestra la exquisita relación que se puede producir entre infantes y adultos mayores, en el traspaso de la sabiduría de la vida, en el goce de las pequeñas cosas que los adultos olvidan, en que las preguntas sobre las cosas más esenciales de la vida abundan en los pequeños, no así las respuestas. En vez de ello, saben un montón de cosas materiales, mundanas e intrascendentes para el crecimiento personal y para las relaciones interpersonales. Por contraparte, el adulto mayor parece haberse hecho las mismas preguntas y haber llegado a una versión de la verdad por medio de la experiencia y las voces del resto. Al final, por mucho que los niños manejen la tecnología y otras habilidades, siguen siendo niños, y poseen esa admirable capacidad de asombro ante la sinfonía divina de la naturaleza, algo que parecen recuperar o mantener algunos viejos al sentirse en el ocaso de su recorrido, de haber errado en éste y de haber perdido la fuerza de la juventud, no así el espíritu y la pasión.
Para finalizar, me llamó la atención el hecho de que Julien, quien realmente se hace cargo de Elsa, comienza a ser buscado cual criminal rapta a una menor de edad, simplemente porque la madre tuvo el capricho cuando se desocupó de sus "actividades personales" y se acordó que tenía una hija. Es la vía lógica, la vía en que la justicia actúa en el mundo. No contaré como terminó aquello, pero vale la pena recordar que "las leyes tienen espíritu" como decía Montesquieu, que son las circunstancias las que determinan a un culpable o a un inocente. Muchas veces en la sociedad encontramos que los idealistas por ir en pos de propósitos mayores, de una expresión cercana al altruismo, terminan siendo los malos de la película, mientras quienes quitan la vida y privan de libertad a las demás personas siguen ejerciendo sus actos criminales.
Por momentos, Elsa me recordó al Principito, de otro francés a todo esto. Está claro, entonces, que hay autores franceses que son una enorme fuente de sabiduría emocional.
Para finalizar, me llamó la atención el hecho de que Julien, quien realmente se hace cargo de Elsa, comienza a ser buscado cual criminal rapta a una menor de edad, simplemente porque la madre tuvo el capricho cuando se desocupó de sus "actividades personales" y se acordó que tenía una hija. Es la vía lógica, la vía en que la justicia actúa en el mundo. No contaré como terminó aquello, pero vale la pena recordar que "las leyes tienen espíritu" como decía Montesquieu, que son las circunstancias las que determinan a un culpable o a un inocente. Muchas veces en la sociedad encontramos que los idealistas por ir en pos de propósitos mayores, de una expresión cercana al altruismo, terminan siendo los malos de la película, mientras quienes quitan la vida y privan de libertad a las demás personas siguen ejerciendo sus actos criminales.
Por momentos, Elsa me recordó al Principito, de otro francés a todo esto. Está claro, entonces, que hay autores franceses que son una enorme fuente de sabiduría emocional.